sábado, 28 de marzo de 2009





















en el monasterio de caaveiro el segurata tiene un paraguas viejo, con al menos dos varillas rotas.
al verlo entre el viento vigilando mientras llovía bastante recordé cuando hace muchos años quise vivir en una abadía, copiando libros de averroes o trabajando el herbolario.
bordeábamos el monasterio, y me estaba contando que hay una política que sostiene que los prisioneros, la población reclusa. ¿qué? que a la población reclusa no deberían contársele las horas de sueño como cumplimiento de condena.

No hay comentarios: