domingo, 26 de abril de 2009


"...Porque es lo que decía no sé quien, no recuerdo el nombre pero creo que era un filósofo francés: hay categorías en las actividades humanas. Es indudable que el poeta Shakespeare es mejor que un artesano carpintero, que un buenísimo artesano carpintero. Indudable no sólo por el hecho en sí, sino por la trascendencia que puede tener. Ahora bien: un poeta mediocre, un intelectual mediocre, un artista mediocre que baje un metro de Shakespeare ya es inferior al artesano, al carpintero. Ahora tenemos un orgullo de narices. La cosa más hermosa que hay en el mundo, más "fermosa", como se decía antes, es servir a los demás. Hemos recibido muchas cosas, y tenemos el deber de devolver. Esta camisa que llevo no me la he inventado yo, ni el tejido, ni los zapatos, ni el cemento portland, ni este tabaco que estoy fumando, que dicen que hace mucho daño. Todo esto me lo han dado hecho. ¿Qué he dado yo? ¿He servido o no he servido?. Y ahora la palabra servir es una humillación. Como la palabra honor, que tampoco saben lo que es, y las palabras "buena educación" tampoco. Ahora se burlan. Y es todo lo contrario..."

jose antonio coderch

1 comentario:

Vic dijo...

Coderch...
Mi padre trabajó en el centro técnico de Seat en Martorell...sólo era un supervisor de la cadena de montaje...eso sí, muy bueno.