domingo, 19 de abril de 2009


nosotros, que fuimos niños en los primeros ochenta, recordamos juegos de pelota cruzando calzada, balones impactando en lunas de coche, porterías en el mismo medio. la sección femenina hacía mercadillos en acera sobre cartones; dibujos, un coche de scalextric roto, fichas del juegos reunidos, una figurita de porcelana de alguna boda, son sólo un ejemplo de la variedad que se vendía por cinco pesetas. concluimos que las variaciones del poder adquisitivo de la clase media guardan relación directa con la ocupación de las calles por parte de la infancia. por aquel entonces todos éramos más pobres. y por supuesto, nosotros, queremos las calles llenas.

2 comentarios:

meri dijo...

totalmente de acuerdo, yo me uno a la causa.

Vic dijo...

a finales de los sesenta pasaba lo mismo, el polvo de ladrillo era pimentón dulce, las hojas de malas hierbas lechugas y los matrimonios escandalizaban por su temprana edad...
Me encantaba ser el médico.